18/2/08

Siglo XVII

Francisco de Mora supone la transición entre la escuela clasicista de finales del S. XVI y el Barroco del S. XVII. Obras como San José de Ávila, Porta Caeli y las Descalzas Reales de Valladolid son claves en esta transición.

Su sobrino Juan Gómez de Mora inicia uno de los proyectos más importantes de la corte de Felipe III, la Plaza Mayor de Madrid, donde sigue el modelo Austria implantado en Valladolid: uniformidad, bricomía de ladrillo y piedra, soportales y balcones… Constituye una plaza abierta para mercado, espectáculos y autos de fe. Además de las casas consistoriales realiza el edificio de la Panadería, que destaca por sus torres en el conjunto de la plaza.




Realiza también la Cárcel de Corte (actual ministerio de Asuntos Exteriores), con torres angulares típicas del Barroco madrileño.
Otras de sus obras más importantes son el Palacio Austria del Buen Retiro y la Clerecía de Salamanca.



En esta escuela madrileña, destacan los arquitectos jesuitas Sánchez y F. Bautista, autores de la Iglesia del Colegio Imperial de Madrid (actual Catedral de San Isidro).

En esta época, la influencia italiana llega a España a través de obras realizadas por artistas de aquel país: D. Fontana (Basílica de Loyola), Juan Bautista Crescenci (Panteón Real de El Escorial), Juan de Lobera (Catedral de Sigüenza) y Contini (Torre de La Seo de Zaragoza).

En Andalucía destacan tres figuras: Alonso Cano (arquitecto, escultor y pintor, realiza la fachada de la Catedral de Granada), Diego López de Arenas (tratadista que publica “Breve compendio de la carpintería de lo blanco”) y Sánchez Falconete (autor de la iglesia y hospital de la Caridad de Sevilla).

En Aragón destaca el sevillano Herrera el Mozo, autor de la planta rectangular del Pilar de Zaragoza.

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